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¿Cómo perjudica el exceso de peso a la fertilidad?

30 Abr 2019

En España, el 17% de las parejas tienen problemas de fertilidad. Las causas son múltiples, pero –entre las evitables- se sitúa en primera posición el sobrepeso.

El 42 por ciento de los encuestados no es consciente de cómo afecta en la gestación los kilos de más. Y no sólo a la hora de quedarse embarazada. Según datos publicados en la revista ‘Journal of the American Medical Association’ (JAMA), afrontar un embarazo con obesidad (IMC >30), supone un 87% más de riesgo de que el niño padezca un defecto del tubo neural. Además, a la hora del parto, las mujeres con sobrepeso tendrán una fase activa 80 minutos más larga (según la revista Obstetrics and Gynecology) y más probabilidades de sufrir una cesárea.
¿Y si estás buscando un embarazo? Es hora de cuidaros los dos. Hacer dietas sanas y saludables y cuidar tu salud. Combínalo con una buena dosis de deporte, ejercicios en el gimnasio o en casa.

Aunque el 71% de los encuestados no lo sabe, el sobrepeso influye en la misma medida si lo tiene el hombre o la mujer. Para empezar, porque los varones obesos tienen menos movilidad de los espermatozoides. Además, diversos estudios apuntan que el sobrepeso incrementa el índice de fragmentación del ADN espermático, lo que se traduce en una menor posibilidad de gestación y un mayor riesgo de aborto.

Respecto al sobrepeso en la mujer, un ejemplo te puede ayudar a visualizar el problema:

Se estima que una mujer de 20 años con sobrepeso de 15 kilos tiene las mismas posibilidades de quedarse embarazada que una mujer de 40 años con peso normal.

El exceso de grasa se comporta como una gran glándula endocrina, que crea desequilibrios hormonales y disminuye la ovulación. Por su parte, la obesidad puede causar menopausia anticipada, ovarios poliquísticos, mayor riesgo de aborto y menor eficacia de las técnicas de reproducción asistida. Si quieres quedarte embarazada, haz el amor y una dieta saludable.

Nuestros programas os ayudarán a los dos a conseguir lo que os propongáis. Aunque no hay que esperar a tener un hijo para empezar a perder kilos.

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