¿Has aumentado de peso en los últimos dos años? El estrés puede ser el motivo

El 80% de las personas que dicen haber aumentado de peso en los últimos dos años lo atribuyen al estrés y ansiedad. Altos niveles de estrés y ansiedad alteran hábitos de vida y fomentan comportamientos que afectan nuestra salud, entre ellos, el incremento de marcadores inflamatorios.

No es sorpresa para nadie que estos años de pandemia han sido retadores y que han cambiado nuestras vidas de muchas formas. Los niveles de estrés y ansiedad se elevaron, así como los índices de sobrepeso y obesidad, la gran pregunta es: ¿existe alguna relación entre estos dos?; la percepción de la población es que si, pero también diversos estudios científicos lo comprueban.

Según un estudio realizado por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), el 44% de los españoles aumentaron de peso durante el confinamiento, principalmente aquellas personas que previamente tenían sobrepeso u obesidad. Y más de un 40% de los encuestados declaró haber tenido más sensación de hambre durante el confinamiento, siendo la ansiedad el principal motivo de este incremento de apetito.

Para contrastar, según la percepción de la población en una reciente encuesta[1] arrojan las siguientes declaraciones:

• Un 80% considera que el estrés y ansiedad afectan a sus hábitos alimentarios, especialmente con relación a su capacidad de autorregulación.
• Casi el 90% muestra interés por perder peso y en consecuencia mejorar sus hábitos alimentarios.
• Las personas con obesidad son las que más peso han ganado, entre 10 – 15 kgs en los últimos dos años.
• Un 33% de los encuestados tiene una percepción errónea de su IMC. en su gran mayoría estimando un IMC menor al real y corresponden al segmento de obesidad; se podría deducir que subestiman su peso, o no saben distinguir entre una categoría u otra.

Ahora bien, ¿cómo se explica esta relación existente entre el estrés, ansiedad y el aumento de peso? Para ello es importante comprender por separado lo que significa cada uno, principalmente los términos que más se confunden: el estrés y la ansiedad.

¿Qué es el estrés y la ansiedad?

El estrés es la reacción del cuerpo a una amenaza reconocida y, por lo tanto, la ansiedad es la respuesta del cuerpo al estrés. La principal diferencia se da en que el estrés se da a corto plazo, mientras que la ansiedad puede permanecer en el tiempo. Además, la ansiedad puede no tener un desencadenante identificable.

• Síntomas del estrés: mal humor, irritabilidad, enojo, mareos, náuseas, pensamientos negativos, infelicidad general y sensación de agobio.
• Síntomas de la ansiedad: Intranquilidad, tensión, sudoración, nerviosismo, sensación de intranquilidad o temor.
• Síntomas en común: ritmo cardíaco más rápido, respiración acelerada, diarrea o constipación.

¿Pueden la ansiedad y el estrés provocar un aumento de peso?

Dado que el estrés y la ansiedad generan en nuestro organismo una sensación de malestar general, algunas personas acuden a la comida como vehículo de descarga emocional.

Un estudio ha demostrado que aquellos alimentos que presentan una mayor concentración de azúcar son los que brindan más satisfacción o placer. De esta manera nuestro organismo tiende a su consumo si se encuentra estresado y/o ansioso. Eso sumado a que el estrés y/o ansiedad promueven una ingesta excesiva de alimentos al volverlos más apetecibles y menos saciantes, alterando nuestra dieta, señalan científicos[3].

Asimismo, según una reciente encuesta[1] , existen ciertos comportamientos que respaldan esta ingesta excesiva a causa del estrés y/o ansiedad, siendo estos dos los comportamientos en relación a la comida más frecuentes entre la población:

1. “En situaciones de estrés como más de lo habitual”
2. “Cuando comienzo a comer algo que me gusta me cuesta parar”

Ambos podrían asociarse con el hambre emocional, la cual no responde a una necesidad física, sino más bien como un medio de descarga emocional.

Cambios a nivel hormonal favorecen el aumento de peso

– El cortisol: En pequeñas cantidades es muy útil y beneficioso, el problema ocurre cuando existe un exceso de esta hormona por la presencia del estrés de forma continuada, contribuyendo en la formación de depósitos de grasa y la retención de agua.

– Serotonina: Hormona encargada de regular el apetito, cuando se disminuye sus niveles puede provocar ansiedad por comer, lo que se traduce en un incremento del peso.

– Leptina: Por otro lado, una investigación publicada en Biological Psychology[4] señala que el estrés reduce los niveles de esta hormona, encargada de promover la saciedad y regular el gasto energético o pérdida de grasa. Al reducir sus niveles, incentiva la liberación de factores inflamatorios que pueden entre otras cosas, favorecer la acumulación de grasa en el cuerpo y la obesidad.

¿Cuál podría ser la causa?

La relación entre el estrés, ansiedad y la alimentación puede producirse principalmente a causa de la rapidez con la que se vive en la actualidad, afectando en varios ámbitos, incluida la alimentación, viéndose reflejada en ciertos comportamientos, cómo el comer muy rápido, no desayunar o solo tomar un café, cenar abundantemente a causa de la ausencia de horarios de comida, entre otros hábitos alimenticios que, además culturalmente son promovidos por la sociedad.

Las necesidades nutritivas se satisfacen inadecuadamente desde el punto de vista calórico y nutritivo. Además, existen malos hábitos y conocimientos erróneos en relación con la comida.

Por este motivo, desde PronoKal, te proponemos unas pautas que te ayudarán a alejarte del estrés:

Recomendaciones dietéticas:

   ✓ 2 litros de agua al día

Mantén una hidratación correcta tomando 2 litros al día. Evitarás sentirte agotado, débil o mareado; y mejorarás el rendimiento físico y mental.

   ✓ 5 – 6 comidas diarias

Comer con regularidad cada 3 o 4 horas y mantener unos horarios, favorece el control de la saciedad. Intenta distribuir tu alimentación en 5 o 6 ingestas diarias.

   ✓ Consumo de frutas y verduras

Las frutas y las verduras, indispensables para contrarrestar los efectos del estrés, constituyen una óptima fuente de fibra, vitaminas y minerales.

    ✓ Consumo de cereales integrales y legumbres

Elige hidratos de carbono de índice glucémico bajo, como los cereales integrales y las legumbres. Reducen la ansiedad y los antojos al largo del día. Además de ayudar a mejorar nuestro estado de ánimo, gracias a su alto contenido en triptófano.

     ✓ Dha Vita

Formado por ácidos grasos esenciales, ayuda a reducir la inflamación ocasionada por el estrés y a mejorar el descanso nocturno. Todos los alimentos PronoKal contienen este importante suplemento.

     ✓ Simbióticos

El estrés altera gravemente la flora bacteriana de nuestro cuerpo. Nutrir tu flora intestinal con bacterias amigables es algo importante para el funcionamiento adecuado de nuestro organismo y ayuda al bienestar psicológico. Forma parte de nuestra suplementación específica PronoKal.

    ✓ Controlar el consumo de ciertos alimentos

Alimentos para evitar o disminuir en situaciones de estrés: cafeína, bebidas estimulantes, grasas saturadas y azucares refinados.

Los cafés junto con las bebidas estimulantes en grandes dosis provocan inquietud, nerviosismo e insomnio. En momentos de estrés es habitual recurrir a alimentos muy calóricos, ricos en azúcares refinados y grasas. Esto, lleva a una alimentación inadecuada que, a la larga, puede causar problemas de sobrepeso y obesidad.

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Bibliografía

https://academic.oup.com/jcem/article/100/6/2239/2829606?login=false

[1]Encuesta sobe el estrés, ansiedad y sobrepeso (abril, 2022)

[2]https://academic.oup.com/jcem/article/100/6/2239/2829606?login=false

[3]https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0031938407001278

[4] https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0301051110000669