Ejercicios de fuerza para no recuperar el peso

¿Cuál es el mejor ejercicio para adelgazar, cardio o tonificación? Si quieres adelgazar y no recuperar el peso después de la dieta, la opción ganadora es realizar actividad física de fuerza. Y así lo aseguran estudios recientes: el ejercicio físico de tonificación muscular es el más eficaz para quemar el exceso de grasa intramuscular y reducir la lipoinflamación, una de las responsables para no recuperar el peso.

Según datos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad, las personas que han realizado una dieta en los últimos dos años no sólo recuperan el peso perdido, sino que lo aumentan en un 20% y, en gran parte, ello es debido a que no resuelven la inflamación interna o lipoinflamación. Cuando hay un exceso de peso, los músculos se convierten en un depósito de grasa “inútil”, porque esta acumulación afecta a la fibra muscular e impide que la grasa se trasforme en energía, además de incrementar la pérdida de músculo. Gracias al efecto antiinflamatorio de la actividad física de fuerza, priorizar este tipo de ejercicios desde el inicio de la pérdida de peso ayuda a reducir la lipoinflamación y a romper el círculo vicioso de la recuperación del peso.

Además, la actividad física de tonificación permite mover grandes grupos musculares como las piernas y glúteos, abdominales, pecho y espalda, y brazos y hombros, lo que aumenta el gasto calórico. Asimismo, el ejercicio de fuerza aumenta el metabolismo mucho más que el ejercicio cardiovascular, por lo que también ayuda a quemar grasa y a perder peso más rápidamente.

En PronoKal somos conscientes de que a priori puede parecer más complicado tener que hacer ejercicios de fuerza, por este motivo, en el Método PronoKal la actividad física va aumentando tanto de intensidad como de duración a medida que la pérdida de peso avanza. Así, al inicio del tratamiento (pasos 1, 2 y 3) se proponen sencillos ejercicios de tonificación como sentadillas, zancadas, empujes y tracciones con los brazos que se empiezan realizando en circuito 2 veces por semana hasta llegar a las 4 veces. Con este tipo de ejercicios, se mueve la grasa acumulada en los músculos, reduciendo la inflamación, y, además, se ayuda a prevenir la flacidez sobre todo en muslos y glúteos, abdominales y brazos, principales zonas más propensas a desarrollarla.

Una vez se ha perdido gran parte del peso marcado por el médico y el paciente ya realiza un mínimo de actividad física cada día, se incorpora también el ejercicio cardiovascular. Así, se intercalan 2 días a la semana de actividad “cardio” como andar, nadar o ir en bicicleta con una duración de treinta minutos a una hora, con ejercicios de fuerza 3 veces por semana con una duración de veinte minutos a media hora aproximadamente. El objetivo es mantener una constancia en la actividad física y reducir la lipoinflamación pero también adopta unos hábitos de vida mucho más saludables, ya que realiza un mínimo de actividad física 5 días a la semana.

Por tu salud, ¡muévete!